top of page

Ensayo: Poder de la palabra

Luana Cruz

EES N°10

6to 4ta


Trabajo en conjunto Filosofía (Viviana Murgia) y Literatura (Guadalupe Zampatti)

El lenguaje es poder. Y sin lenguaje sólo queda censura e ignorancia. Una persona con un amplio repertorio lingüístico y un vocabulario nutrido es capaz de expresar disconformidades, satisfacción, enfado, desagrado y pena, además de tener la habilidad de comprender a los demás, y a partir de ello formar opiniones, refutar, o coincidir con otros. Pero ¿Es verdad todo lo que decimos? ¿Decimos lo que pensamos? ¿Todo el mundo tiene la posibilidad de contar su realidad? ¿O hay cierto privilegio en aquellos libres de manifestarse?

“Cadáver exquisito” es una novela de la escritora argentina Agustina Bazterrica, que plantea una realidad distópica en la cual los animales ya no pueden ser comidos y la sociedad recurre al canibalismo. Aunque pareciera ser un libro cuyo enfoque está en la alimentación, veganismo y sustentabilidad ambiental, esta historia tiene muchos ejes para reflexionar.

Personalmente quedé atrapada en las situaciones de censura y desinformación que se presentan. Imagínense en dicha situación, donde empezamos a comernos literalmente ¿A quién te comerías? ¿Serías comido? La autora nos muestra un mundo en el que el acto de comer carne humana es legal y forma parte de una gran industria, la cual, al igual que en nuestra producción ganadera, cría, reproduce, mata y procesa carne, solo que, en este caso, proviene de personas. Personas, que ellos no llaman personas, son “cabezas”.

Desde la primera oración Bazterrica nos presenta palabras que son reemplazadas por otras, palabras prohibidas, palabras que te meterían en problemas. Nadie quiere contradecir o criminalizar a la gran industria millonaria que cambió el mundo, que les permite seguir comiendo carne. Pero mientras unos callan, otros no tienen la posibilidad de hablar. Aquellos que son comidos no fueron elegidos al azar. Inmigrantes, marginales y pobres fueron las primeras víctimas, perseguidos y sacrificados. Luego, al legalizarse la práctica y comenzar con el proceso de crianza y matanza, ciertas medidas fueron tomadas, como cortarle las cuerdas vocales a estás cabezas, ya que si gritaban alterarían a las demás, y la carne tensa no es buena carne. Al menos eso es lo que se expone.

Un individuo que es marginado, silenciado y comido. Completamente abandonado e ignorado por la humanidad ¿Es realmente necesario leer una ficción para imaginar esto?

En mi cabeza solo giran los conflictos socio-políticos de Irán y sus mujeres, cito a Jorge Dávila Miguel para CNN Español: “En el extenso y antiguo Irán se ha desatado una tormenta. Cuando un país se rige por una religión, reinan no la democracia –por mucho que digan que es la voluntad de Dios– sino los fanatismos y excesos que la visión de Dios despierta equívocamente en los hombres, limitados y cautivos en sus humanas interpretaciones.” “Todos conocemos hoy su nombre: Mahsa Amini, joven kurda de 22 años, que murió tras ser arrestada por la policía de la moral de Irán porque no llevaba bien puesto su hiyab. Es un velo que cubre la cabeza, pero no el rostro y es estrictamente obligatorio en Irán…”

Estas mujeres son solo uno de tantos casos de nuestro mundo, el mundo real, no la ficción, en que las relaciones de poder acaban con vidas de aquellos sometidos a constantes torturas y manipulaciones.

El filósofo Michel Foucault decía que no hay discurso sin poder, y que todo discurso tiene temas que están prohibidos, se acepta aquel que se ajusta a la razón, a la cordura. Todo lo que queda por fuera de ese discurso es tildado de irracionalidad, de locura.

Una mujer que es oprimida por su propia religión o leyes de su país; aquellas que sufren violencia doméstica; los niños abusados en sus casas y en las escuelas; los trabajadores precarizados; víctimas de racismo; quienes sufren homofobia o transfobia; todos los pertenecientes a las llamadas minorías. Estos grupos de personas se encuentran en desventaja frente a una sociedad que los domina e intenta persuadir, sociedad que hace uso de la censura y burla, se ríe de palabras como “xenofobia”, “lenguaje inclusivo” u otros conceptos que ponen en evidencia su violencia. Intentan ridiculizar las luchas y no reconocen sus privilegios.

Día a día la sociedad avanza, los pensamientos evolucionan, y aquellos acostumbrados a una vida donde unos son superiores a otros nos van dejando. Uno quisiera creer que esto terminará con las desigualdades, discriminación y abusos, pero la realidad es que, a pesar de que la mayoría de los jóvenes quieran erradicar estas situaciones, existen muchos con los mismos pensamientos que sus padres, abuelos y familia entera, muchos cerrados en una burbuja donde lo conservador es revolucionario, ya que según ellos el progresismo es la norma ahora, cuando la verdad es que, todavía, hay mucho por lo cual luchar. Las creencias de cada uno no deberían afectar el poder de decisión de los demás, en ningún sentido. No pretendo que los conservadores dejen de existir, solo que dejen vivir a quienes queremos ser libres de decidir por nosotros mismos, sin tener que responder a ninguna deidad, pastor o persona que dice ser superior por alguna u otra condición con la cual nació y de la que decide aprovecharse.


Bibliografía

Bazterrica, A. (2018). Cadáver exquisito: Premio Clarín Novela 2017. Clarín-Alfaguara.

Díaz, E. (2019). La filosofía de Michel Foucault: edición ampliada y actualizada. Editorial Biblos.

Jorge Dávila Miguel (2022). OPINIÓN: Irán: ¿La revolución de los hiyabs?. CNN Español


7 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo
bottom of page