Por Ángeles Casellas
Control, lenguaje, miedo, comunicar, personas, relato, verdad, medios de comunicación. Estas palabras llegan a mi mente, una detrás de la otra y, aunque parecen no tener relación alguna, todo tiene que ver con todo; los medios de comunicación que, como su nombre lo indica, tienen el objetivo de comunicar y comunicarnos, son medios que crean un relato, una “verdad” que quiere controlarnos, generar miedo y su conducto para hacerlo es el lenguaje. Ese que utilizamos todos los días, controversial y tan poderoso como peligroso, todo depende de cómo lo usemos. Creo firmemente que estamos inmersos en una sociedad que tergiversa el lenguaje para someternos y nosotros somos incapaces de cuestionarlo, como dijo Esther Díaz “En toda sociedad la producción de la palabra está controlada, seleccionada y distribuida por ciertos procedimientos. La función de esos procedimientos es evitar peligros, conjurar poderes, manejar lo azaroso y esquivar la materialidad del discurso.” (Díaz, E.2019, página 1).
Hace unas semanas llegó a mí un libro que me impactó y tiene mucho que ver con esto, " Cadáver exquisito” en el que un virus letal afecta a los animales, por lo tanto, las mascotas hasta las fieras deben ser sacrificadas y su carne no puede ser consumida, un mundo donde el canibalismo es ley y se abre una brecha entre los que comen y los que son comidos. Sin embargo para mí lo más interesante es cómo al comienzo Marcos (Tejo), el personaje principal, que trabaja en un frigorífico, en medio de lo que parece un ataque de ansiedad, nos va develando particularidades del nuevo mundo. Por ejemplo, han cambiado muchas palabras desde la "transición", así llaman al proceso de dejar de comer carne animal para comer "carne humana", aunque no es carne humana, es "carne especial"; no son humano, son "productos" o "cabezas"; no se mata, se "procesa" o "faena" y, por supuesto, que no se practica el canibalismo porque no se están comiendo humanos, se están "criando cabezas para el consumo", por ello el protagonista nos dice ":Hay palabras que son convenientes, higiénicas, legales"(Bazterrica,A;2017, página 9). Tejo también nos cuenta el inicio, cómo el anuncio del virus GGB hizo que el mundo sucumbiera en un torbellino de histeria, suicidios y miedo. Supuestamente, según el discurso oficial era imposible volver a comer animales o, como él nos dice, eran “Las palabras con el peso necesario para moldearnos, para suprimir cualquier cuestionamiento…” (Bazterrica,A.2017, página 9).
Como todo problema mundial, se generaron varias teorías alrededor, desde que no era cierto, hasta que fue esparcido para reducir la superpoblación. También recuerda las huelgas masivas de hambre y el posterior comunicado de universidades, expertos, revistas asegurando que no se podía vivir sin la proteína animal, debilitando los focos de protesta; además de las noticias atroces de inmigrantes desaparecidos, descuartizados y comidos que instalaron la idea de que quizá "...la carne es carne no importa de donde venga" (Bazterrica, A.2017, página 10). En fin, este primer capítulo me llevó por momentos a marzo del 2020 y el comienzo de la cuarentena en Argentina por el virus covid-19, la desesperación, el miedo, barbijo sí o no, aislamiento, escasez de productos y los medios de comunicación que mostraban teorías de todo tipo y color; lo que me parece más relevante es la importancia de los agentes comunicadores y como ellos moldean lo que pensamos. Somos la sociedad de las pantallas y vemos todo a través de ellas, ahora ¿cómo sabemos qué es lo real y qué es una sombra de la realidad? Generalmente escuchamos una construcción con un objetivo, por ejemplo, retomando el libro, los medios sacaron artículos avalando el consumo de carne humana logrando que la gente se calme y se plantee su consumo, sabiendo realmente que hay muchas opciones, pero citando a Goebbels, ministro de propaganda nazi: ”Nosotros no queremos convencer a la gente de nuestras ideas, nosotros queremos reducir el vocabulario de manera que no puedan expresar otras ideas que las nuestras”, porque, en palabras de la autora Agustina Bazterrica, “El lenguaje nunca es inocente”, por lo tanto, la comunicación tampoco lo es.
Bien, ahora ¿Qué pasa con aquellos que no tienen voz? en la novela lo vemos claramente, cuando a las “cabezas” les arrancan las cuerdas vocales, supuestamente para que no griten, pero no solo les están quitando eso, les sacan el poder de comunicarse, organizarse y expresarse, por lo tanto, como el lenguaje nos atraviesa, nos condiciona, ¿qué sería de nosotros sin las palabras?
Siendo más específica aún puedo nombrar al padre de Tejo, un hombre que nunca pudo aceptar la "transición" y se quedó sin palabras, dejó de hablar, se vio atrapado en sí mismo o como lo explicita Marcos:”Las palabras están ahí, encapsuladas. Se pudren, detrás de la locura.”(Bazterrica, A; 2017, página 33).
Sin embargo, antes de finalizar tenemos que saber que el lenguaje y las palabras, si son bien utilizadas, pueden generar cosas inexplicables, como relata Marcos su primer encuentro con Cecilia, su futura esposa, “Cuando él se paró y la vio no sintió nada en especial. Una enfermera más. Pero cuando ella empezó a hablar, él le prestó atención. Esa voz. Ella hablaba de la dieta especial para don Armando, de cómo estaban cuidando su presión, de los chequeos permanentes que le hacían, de que estaba más tranquilo. Él veía infinidad de luces rodeándolo, sentía que esa voz podía elevarlo. Con esa voz podía salir del mundo.” (Bazterrica, A.2017, página 32).
Ahora sí, después de un largo recorrido, puedo concluir de que, si bien el lenguaje es controlado por la sociedad y los medios para someternos, sin él no seríamos nada ya que nos atraviesa en todo sentido de nuestra vida, nos enamora, nos convence e incluso nos da rabia, por eso, como dijo Ludwig Wittgenstein “Los límites de mi lenguaje, son los límites de mi mundo.”(Apunte de clase de Filosofía, página 2).
Bibliografía
-Bazterrica,A.(2018).Cadáver exquisito. Titivillus.
-Garba,J.(07 de Agosto de 2018). Entrevista: Agustina Bazterrica y su cadáver exquisito.(online).
- Entrevista a Agustina Bazterrica vía zoom.
-Apunte de clase de filosofía. Discurso y cuerpo.