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Grupo 7: Taekwondo. El deporte como arte



El deporte como arte

Autoras: Camila Díaz, Carolina Silva Vera y Fátima Carbajal


El cuerpo es una materialidad concreta de la cual nadie puede sustraerse, omnipresencia que nos ha llevado a percibirlo como naturaleza. Somos cuerpo, pero como dice el poeta, Arthur Rimbaud "," otro "u" otra ", ya que el cuerpo físico no puede ser analizado sólo como organismo biológico, en tanto su inscripción en el mundo de la vida lo transforma en social. Así más que un dato empírico, una evidencia de existencia, en los estudios de comunicación, el cuerpo es una configuración simbólica determinada por la experiencia sociohistórica. (Mónica Cohendoz, 2021)


La filosofía del Taekwondo se basa en cinco principios: Cortesía, Integridad, Perseverancia, Autocontrol y Espíritu Indomable. Cada uno de ellos tiene un papel muy importante en la práctica, por ejemplo, el indudable carácter noble, el reconocimiento de lo bueno y lo malo y de los errores cometidos. Aquí es fundamental el sobrepasar cada dificultad con perseverancia, así mismo, se ha de ser capaz de vivir y trabajar dentro de las propias capacidades. Un buen practicante de Taekwondo ha de ser siempre modesto y honrado. Ante una injusticia, actuará con espíritu combativo, sin miedo y sin dudarlo.


A pesar de parecer meramente una actividad física, es también una filosofía de vida. Una práctica que trabaja con el cuerpo, la mente y la espiritualidad, abordando el desarrollo de las personas, llevando adelante un proceso de aprendizaje y autoconocimiento. El llamado "arte de patear y golpear", no es más que una traducción superficial. Ya que "DO" en coreano implica el acercamiento filosófico a una manera de la vida, una vía para alcanzar la claridad. Por ello, podemos decir que para esta práctica tiene una dimensión simbólica que habla de un cuerpo que se conecta con la mente y las experiencias. Aquí el cuerpo es un símbolo, una forma de expresión que trasluce nuestro yo interno a través de nuestro cuerpo, contando una historia, nuestra historia. Así es que en Taekwondo es importante no solo "tener" cuepo sino también "ser" él.


El cuerpo en taekwondo es descrito como un territorio, es decir, un lugar importante el cual se debe cuidar para lograr el mejor rendimiento del practicante. Este debe ser ejercitado y alimentado de forma en la que tanto la salud mental como física sea importante. Esto lo podemos relacionar con la filosofía de René Descartes, la cual habla de dos sustancias que son opuestas, el cuerpo y el alma, es decir, nuestra mente o nuestro pensamiento; en otras palabras, para este el filósofo el cuerpo trata solo de un espacio que se encuentra separado de la mente, que este es una extensión de ella que puede ser perfeccionable para su óptimo funcionamiento, como una máquina.

La lucha, contrario a un deporte convencional, no es contra otro practicante o contra otras personas sino que se trata de autosuperarse para poder alcanzar el mayor rendimiento de uno mismo.


Esta práctica te brinda grandes beneficios tanto físicos como psicológicos y sociales. Los beneficios psicológicos y sociales, los practicantes desarrollan las bases de la concentración, se vuelven más disciplinados. La seguridad en sí mismos crece ya que se dan cuenta que son capaces de dominar su cuerpo en el entorno, logrando también que su autoestima se eleve. A través de distintas tareas y variadas ejercitaciones, se inculca y fomenta el compañerismo y el trabajo en equipo, así como la importancia de cada individuo dentro del grupo y el cuidado al cuerpo del otro, teniendo un contacto controlado tanto al momento de practicar como de hacer la lucha. Aunque sea una práctica actual no es un arte que sea parte de la época narcisista, como dice Chul Han, puesto que podemos decir que a pesar de centrarse en uno mismo, también te enseña a aprender y comprender a los otros. Con la práctica del taekwondo se fomentan valores como la honradez, lealtad, respeto, humildad, amor al prójimo. Y se obtienen enseñanzas culturales que les permitirán el conocimiento de costumbres, tradiciones y formas de pensar de otra raza, lo que los hace más tolerantes y solidarios.


La discapacidad es una realidad social y su aceptación e inclusión colectiva abre para la persona con discapacidad la posibilidad de transformación de su forma de vida, de su experiencia cotidiana como ser humano.


Todos nosotros, como seres sociales, deseamos vivir en una sociedad libre y pacífica. Pero al mismo tiempo es nuestra obligación construir tal sociedad inclusiva. Y ese es uno de los propósitos del taekwondo. "Entender que todas las personas son diferentes, y que requieren de un enfoque particular. El Taekwondo adaptado emerge naturalmente desde la óptica inclusiva. El taekwondo persigue la construcción de una sociedad justa y pacífica, y excluir a un enorme grupo de individuos por sus condicionantes genéticos no se corresponde con ese propósito. La inclusión verdadera implica un gran acto de humildad y empatía." (José Privitera, 2019)


Chul han dice que la sociedad actual puede llegar a ser "del rendimiento" ya que habla de la autoexplotación y el buscar el mayor provecho de todo lo que uno hace, llegando a la autoexplotación con la sobrecarga de cosas, "si no hago nada, no logro nada" serían pensamientos recurrentes.

El tiempo que dedicado a la propia productividad se convierte en un tiempo para el yo en el que se desvanecen los vínculos con otros. Uno se encuentra tan sometido a el propio rendimiento que se olvida del otro, los vínculos se basan en el puro rendimiento.


Tomando lo antes mencionado, podemos decir que el taekwondo es un arte marcial "completa", ya que te puede ayudar tanto física como mentalmente, en lo social y en lo personal además de ser un arte inclusivo para todos. Gracias a estos aspectos nos puede surgir la siguiente duda, en cuanto a la sociedad del rendimiento y la autoexplotación ¿Cuánto de esto se relaciona con el taekwondo teniendo en cuenta que es un arte oriental donde las sociedades son un poco como Chul Han las describe?


El arte de patear y golpear

Autoras: Camila Díaz, Carolina Silva Vera y Fátima Carbajal



-¿Posta te quisieron robar?

- Sí, agradezco mucho haber entrenado.

-Uff, menos mal, de seguro empiece, ahora me da miedo que me pase.

- Dale, vení nomás, ¡te esperamos con los brazos abiertos!

- ¿Segura?

- Sí, ellos son como mi segunda familia.

-Genial, después hablo con mi mamá, espero me deje, a veces dice que es solo para hombres y no va a servir de nada que me esfuerce.

- Qué mal, mucha gente lamentablemente piensa así, como no han entrenado nunca, enseguida asumen que el hombre siempre tendrá más fuerza ¡Ánimo!



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